Introducción a la psiónica

Es un concepto acuñado por el editor y escritor de ciencia ficción John W. Campbell acuñó el término y lo definió como “la ingeniería aplicada a la mente”, derivado de los términos “psi” mente y “ónica” de electrónica referidos a la máquina. Se entiende como la utilización a nivel psíquico de elementos simbólicos ya sean gráficos, tipos de ejercicios mentales o maquinas totalmente inútiles desde un punto de vista físico. La psiónica utiliza elementos simbólicos, elementos energéticos y geométricos para actuar tanto en el entorno, como sobre las personas de modo directo o a distancia. 


Cambell era muy aficionado a las cuestiones científicas de vanguardia, a finales de la década de 1950 y principios de la de 1960 mantuvo contacto con Thomas Galen Hieronymus, uno de los personajes importantes de la radiónica instrumental americana, desarrollando una versión simbólica de su aparato consistente es un simple dibujo. A Hieronymus no le gustó mucho la idea, pues sostenía que para diagnostico sí era efectiva, pero no tanto para tratamiento, pues no tenía la energía suficiente. 


Simultáneamente a la evolución de la radiónica clásica en Estados Unidos e Inglaterra, en Francia y Bélgica se produce un desarrollo de la radiestesia centrándose en la onda de forma, primero utilizando objetos como pirámides y pilas radiestésicas entre otros elementos, posteriormente gráficos realizados a veces con tinta especial (algunos eran con tinta férrica)  e incluyendo cada vez más elementos simbólicos, desde formas sagradas hasta letras en alfabetos sagrados (hebreo fundamentalmente, sanscrito y otros según algunos autores).  Esta evolución de la radiestesia se suele llamar radiónica franco-belga, pero entra más en la categoría de “psiónica” por la incorporación de elementos simbólicos a modo de instrumentos junto con piezas energéticas tales como imanes, espirales, piedras, colores y similares. La visión franco-belga entiende que toda geometría en volumen o plana es una interposición en la energía de fondo que puede dirigirse tanto para actuar sobre elementos biológicos en contacto directo o a distancia con un testigo (muestra, biológica, papel con el nombre o foto). Autores clásicos de la radiónica franco-belga que hace un desarrollo que podríamos denominar “psiónico” son: A. de Belizal,A. Chaumery, Jean de la Foye, Jean Pagot y los hermanos Servranx.


A finales de la década de 1970, principios de la de 1980, surge un personaje que interpreta todas las maquinas radiónicas a un nivel puramente simbólico, en donde únicamente es importante la mente del operador, es Charlie Cosimano (más conocido en los círculos de estos temas como “Tío Chuki”). Actualmente muchos practicantes utilizan para tratamiento máquinas simbólicas realizadas en papel, así como uniones de cristales de cuarzo, orgonitas, espirales metálicas, símbolos… que, aunque en una primera aproximación podrían tener un comportamiento energético, son utilizados mayormente como elementos de estímulo y concentración mental. 

Utilizaremos el termino psiónica para referirnos a aquellos elementos que tienen un papel más simbólico que energético como tal. Por ejemplo, si en vez de una máquina radiónica con componentes electrónicos (ya estén conectados a una fuente eléctrica o a un imán) se trata de unos simples botones conectados entre sí con un cable o dibujados sin más, no se trata de un auténtico dispositivo radiónico sino puramente simbólico. Otro ejemplo sería el de una pirámide conectada a un símbolo o gráfico y a una serie de espirales con o sin cuarzos, sería un diseño psiónico, aunque se empleen elementos que pueden tener un valor energético.

A partir de la década de los 60 del siglo pasado, y con el auge de la energía de las pirámides, de las propiedades de los minerales y demás conocimientos relativos a las energías sutiles, se tiende a unificar elementos; esto es en principio positivo, pero a veces se produce un abuso, llegando a incluir elementos que se contradicen.

Tras lo dicho anteriormente puede surgir la duda sobre cuál es el límite entre radiónica y psiónica, marcarlos es muy difícil, ya que una de las características de las energías sutiles es que sigue a la mente o interactúa con ella y por lo tanto lo que entraría dentro de una denominación, según la disposición y modo de empleo pasando fácilmente a otra categoría. Por esto los gráficos activos o circuitos radiónicos, pertenecerían más a la categoría de psiónica, pues todavía no había surgido este término cuando empiezan a utilizarse y sí era conocida por los practicantes franco-belgas la denominación de radiónica.